Recoger a chicos como Olly es fácil, aunque los tentemos con todo tipo de cosas no se puede negar que siempre tienen una carga de semen lista para ser liberada. Basta con probar una polla dura para que Olly, el pequeño de rugby, tenga ganas de correrse, y aunque no está acostumbrado a sentarse en pollas grandes en la parte trasera de un vehículo en movimiento, está claro que se está divirtiendo. Eso es, por supuesto, hasta que nos corramos sobre él y lo dejemos en la carretera.