Dos tíos jóvenes dejan una caravana para irse a vivir a un sitio pequeño como compañeros de piso. Antes incluso de abrir las primeras cajas ya están uno encima del otro, besándose, lamiéndose y chupándose. Sus hermosos cuerpos lisos y apretados y sus grandes pollas duras son un puro placer para los ojos. Se ponen aún más calientes cuando empiezan a follar...