Ricky Roman sólo tiene veinte años y no es un jovencito gay cualquiera. Si es muy popular en la industria del porno es porque tiene un gran carisma y una polla incansable. El chico tiene un apetito sexual increible, pero sabe como ser sensual y como llevar lentamente a su pareja a donde el quiere: de espaldas, con las piernas en alto y su gran polla metida en su agujero. ¡Mira esto!