Hunter Page oye un ruido en mitad de la noche y se asusta un poco. Sale y se encuentra con dos tipos grandes y fornidos que le piden que les ayude a montar un sofá. Les ayuda, se cansa y se acuesta. Los tipos le dicen que le han visto masturbándose desde su ventana. Saben que no ha venido y deciden ocuparse de él. Las poderosas manos de los jóvenes acaban controlando todo su cuerpo: desde los pies hasta la boca, pasando por el agujero, van a dominarlo y a adueñarse de su ser hasta hacerle correr todo su semen. Deja que tomen el control...