¿Quién no soñaría con despertarse por la mañana al lado de Brice para poder acariciar su suave piel, sentir su jugosa polla alzándose en su ajustada ropa interior? Ludo tuvo el privilegio de saborear la furiosa erección matutina de Brice. Se despertó a su lado, se la chupó, el chico le lamió el culo y se la folló. ¡Qué delicia!