En este porno gay militar, un gay grande y musculoso decide dominar a uno de sus colegas más jóvenes. Se levanta, le ordena ponerse de rodillas y saca su gran polla. Y no hay ningún chico sumiso que pueda resistirse a la idea de adorar la gran polla gay de un hombre dominante. En el suelo, la pequeña zorra gay con cara de ángel hace su trabajo: le da una buena mamada y espera a que le den la cara. Lo cual, por supuesto, sucede. Cuanto más pesada es la polla que le toca la garganta, más quiere volver a chuparla. Eso es suficiente para hacer que este emocionante juego dure un tiempo. Ya puedes imaginar el siguiente paso: el musculoso toma posesión de este pequeño culo y lo folla fuerte. Hace que el flacucho gima mucho y no hay duda de que le encanta. Termina poniéndole mucha esperma mientras el tipo de arriba sigue golpeándolo. Un buen momento para disparar una carga.
