Todo empezó con las magdalenas. A Matthew le entraron ganas de comer dulces, pero no eran suyos, sino de Pedros. Una vez que entró en la habitación para enfrentarse a Mathew por sus malas maneras, el único bocado que se iba a comer eran salchichas. ¡Salchichas duras como piedras! Cambiaron la mamada de polla entre ellos antes de que Mateo tomara la iniciativa y le metiera su polla ya hinchada en el caliente agujero del culo de Pedro. Pedro gimió como una verdadera perra ya que adoraba la forma en que estaba siendo poseído por Matthew. Los tíos follaron tan duro que al final, explotaron como si no hubieran tenido sexo en semanas. Fue la cara de Pedro la que se manchó con el semen de Mateo. Eso es lo que pasa por querer recuperar tus magdalenas.