Este tipo serio y aficionado a la literatura se pasa el día en sus libros. Por suerte, tiene un amigo que también le ayuda a disfrutar de la vida real y del sexo anal. Este amigo siempre está cachondo y juguetón y sabe exactamente cómo hacer que su colega deje sus libros y abra sus agujeros. Y cada vez es una delicia. El sexo es tan delicioso, y nos escapamos por un momento de sexo anal tan lejano y profundo como una obra maestra de la literatura. De repente, los actos cuentan más que las palabras, los orgasmos son inolvidables.