Es el recuerdo de un verano travieso y jugoso. Ese verano, estos 2 jovencitos gay descubrieron el infinito placer del sexo gay juntos en el bosque. Se corrían todas las tardes. Incluso habían montado una pequeña hamaca para que les resultara más fácil correrse. Estaban hechos el uno para el otro: eran amigos y uno era activo y el otro pasivo. Y al pasivo no le asustaban los ojos a pesar de su falta de experiencia. Rápidamente aprendió a chupar pollas en gargantas profundas y su culo demostró ser ideal para ser sodomizado. El pasivo también descubrió la excitación del semen en el culo. Durante todo el verano quiso que se lo metieran todos los días. Y se llenó como nunca.