Este gatito gay siempre ha soñado con ser un deportista, un tío musculoso y bien hecho. Pero es un vago. Tiene un entrenador personal con un método especial: ¡lo motiva follándoselo! Una vez a la semana viene a comprobar que progresa en su entrenamiento y tienen una sesión en su casa. Trabajan sus músculos y, si el chico hace bien los ejercicios, puede chupar la polla del entrenador y dejarse follar. El entrenador le enseña obediencia y rigor y se corre sobre él cada vez como recompensa. Ahora el gatito sólo piensa en entrenar, y está enganchado a este entrenamiento deportivo de pollas.