Luka, un joven gatito pasivo, había chupado docenas de pollas. Le encantaba, igual que le encantaba que se la follaran. De media, vaciaba dos teubs a la semana, preferiblemente los fines de semana. A menudo con tipos diferentes, de paso... Y entonces conoció a Olivier. Todavía no puede explicar lo que pasó. Olivier le dominó con una sola mirada. Fue amor a primera vista, una erección directa y un deseo irresistible de servir. Luka recuerda lo que sintió cuando se llevó a la boca el pezón del hombre que iba a convertirse en su Amo. El pezón tenía un olor y un sabor deliciosos. No podía parar de chupar: estaba enganchado. Y cuando la polla estuvo en su culo, no se lo podía creer: nunca nadie le había follado así y le había dado tantos orgasmos en el agujero. No hizo falta más que un plan para que Luka se volviera adicto y suplicara convertirse en el aspirador de culos de Olivier. Ahora vive bajo su control y toma un biberón cada mañana.
Joven, guapo e inexperto, Olivier decidió explorar su lado pervertido. Pidió que le grabaran en compañía de una top colgada. Le dimos exactamente lo que pedía. Ni que decir tiene que su culo no volverá a ser el mismo.
Olivier no es el tipo de chico que hace girar cabezas por la calle. Su aspecto es normal, pero tiene algo muy valioso: confianza en sí mismo... y una polla enorme. Con su actitud y su polla puede conseguir a cualquier chico que quiera. Le gusta dominar a chicos jovenes para follarselos duro y profundo.