Un joven romántico y discreto empieza a salir con dos machotes. Los tíos son un poco raros y le ofrecen pasar una tarde en la cama con él. Es una excusa poco convincente, por supuesto, porque los dos tíos son de dos tiempos y han pensado iniciar a este chico y entrenarlo para que se vuelva completamente adicto y sumiso a sus grandes aguijones. La operación funciona y el jovencito mama obedientemente y les toma el gusto. Sin inmutarse, su culo es reventado por los dos compañeros que lo tratan con desprecio. No es más que un sumiso a explotar desde todos los ángulos, dispuesto a que le follen la cara y el cuerpo sin parar.